martes, 11 de mayo de 2010

Astrología II







Hoy voy a empezar haciendo notar algo evidente.

El sol no pasa por ninguna constelación, sino que desde la posición de la tierra señala hacia una constelación, como una flecha. De aquí podemos deducir que la astrología es apenas una ilusión. Pero eso no significa que no funcione, el hecho es que funciona, aunque en este plano no podamos entender cómo.

En el momento de nacer, es como si fotografiásemos las posiciones de los astros en el cielo y tuviéramos esa fotografía por bandera, allí están grabados nuestros errores pasados, nuestra nueva misión, todo lo que nos podemos encontrar, lo que podemos hacer, y lo que no deberíamos hacer, el triunfo y el fracaso, el amor y el dolor y por fin la muerte. Pero los Dioses, conocedores de nuestras debilidades, nos dan libre albedrío para que podamos hacer a nuestro antojo lo que queramos en cada momento; dependiendo de la elección que tomemos así será nuestro sendero.

Sabido es que el sol y la luna influyen en las mareas, las cosechas, los partos y en los líquidos en general. El ser humano, al igual que los vegetales, posee un elevado porcentaje de agua ( alrededor de un 80%).

En el estudio de las influencias planetarias sobre la tierra y sobre el hombre, hemos de situarnos en un punto de vista geocéntrico, como si la tierra ocupara el centro del sistema solar.

A lo largo de la historia, el hombre ha tratado de interpretar los signos que, según él, podían ofrecerle una visión de futuro.

Nuestra habilidad para predecir está limitada por nuestro incompleto conocimiento de cómo funciona el mundo y el universo y de qué mecanismos estimulan la acción y la reacción humana. Los astrólogos serios siempre han aceptado esas limitaciones. Predicen tendencias más que acontecimientos.

Y ya en el campo de las estadísticas, resulta interesante comentar el trabajo publicado por M. Gauquelin, acérrimo enemigo de la astrología que que llevó a cabo una investigación estadística para desenmascararla definitivamente; pero los resultados de su estudio no fueron los que él esperaba, y acabó dando a la astrología un inesperado espaldarazo.
Veamos algunos datos de ese estudio. Sobre 25.000 fechas de nacimiento de profesiones de áreas distintas (médicos, escritores, científicos, artistas) descubre que las tradicionales afirmaciones sobre la relación que existe entre determinadas posiciones planetarias y ciertas aptitudes profesionales, superaba ampliamente la media esperada de acuerdo al cálculo de probabilidades. Estos fueron los resultados:

Las profesiones que arrojan una frecuencia inusitada ( en más o en menos ) en el número de nacimientos después de la subida o culminación de los planetas

laneta

Profesión

(1)

(2)

(3)

(4)

(5)

Marte

Científicos y Médicos

3.305

666

566

100

1 en 5.000.000

Atletas

1.485

327

253

74

1 en 5.000.000

Militares

3.142

634

536

98

1 en 1.000.000

Pintores

1.345

188

229

- 41

1 en 300

Músicos

703

94

120

- 26

1 en 100

Escritores

826

117

142

- 25

1 en 40

Júpiter

Militares

3.142

644

526

98

1 en 5.000.000

Políticos

993

208

164

44

1 en 5.000

Actores

1.270

252

211

41

1 en 500

Periodistas

824

168

137

31

1 en 200

Científicos y Médicos

3.305

497

546

- 49

1 en 50

Saturno

Científicos y Médicos

3.305

632

540

92

1 en 100.000

Pintores

1.345

178

217

- 39

1 en 250

Escritores

826

108

136

- 28

1 en 130

La Luna

Políticos

993

173

143

30

1 en 200

Escritores

826

180

138

42

1 en 15.000

Atletas

1.485

211

248

- 37

1 en 200


Notas:
1 Casos estudiados
2 Frecuencias obtenidas
3 Frecuencias esperadas
4 Diferencia entre 2 y 3
5 Probabilidad de que la frecuencia se deba al azar.

Las casas astrológicas
Además del zodíaco, de acuerdo a la hora y lugar de nacimiento, surgen otras doce divisiones de extensión irregular - salvo en el Ecuador - que desde el Ascendente o casa I van planteando distintas circunstancias de vida. Reflejan diferentes aspectos de la realidad humana.

Vamos a ver un resumen del significado de cada una:

Casa I. El yo
Es el ascendente
Planeta: Marte
Significado: cómo nos ven los demás, la individualidad de la persona, su manera de expresarse, temperamento y carácter, ideales e identidad.
Representa el cuerpo físico.
Regida por Aries, gobierna la cabeza y la cara.

Casa II. Dinero y finanzas
Planeta: Venus
Significado: poder adquisitivo, ganancias o pérdidas debidas al propio esfuerzo. Talentos y recursos internos del ser, la necesidad de crear estabilidad material, la medida en la que nos identificamos con los logros materiales y nuestra disposición a trabajar.
Representa lo material, el deseo.
Regida por Tauro, gobierna la garganta y el cuello.

Casa III. La mente inferior
Planeta: Mercurio
Significado: Viajes cortos, familiares y vecinos, medios de comunicación, maneras de aprender, interés por los detalles y realidades cncretas.
Representa la parte consciente y objetiva de la mente.
Regida por Géminis, gobierna las manos, los brazos, los hombros y los pulmones.

Casa IV. El hogar y las raices
Planeta: la Luna.
Significado: el hogar en que vives, tu vida privada como oposición a la pública, familia y raíces, la madre y su influencia en tu vida.
Representa las aguas del nacimiento. Desde cierto punto de vista, el periplo físico del hombre se inicia en Cáncer y concluye en Capricornio, hallándose el resto de signos fuera de la manifestación física ( repito, desde cierto punto de vista)
Regida por Cáncer, gobierna el busto y el estómago.

Casa V. Amores, placeres e hijos
Planeta: el Sol
Significado: los hijos y su educación, placeres , fiestas, juegos, actitud emocional , creaciones artísticas (al fin y al cabo son también "hijos"), habilidad dramática.
Representa nuestras obras, ya sean de la carne o del espíritu.
Regida por Leo, gobierna el corazón, la espalda y la médula espinal.

Casa VI. Trabajo y salud
Planeta: Mercurio
Significado: servicios prestados a los demás, interés en la comida, dieta e higiene, adaptación al entorno, costumbres, capacidad organizativa, la ropa y cómo la usas, animales domésticos.
Representa por encima de todo el servicio y la capacidad de supeditar lo personal a lo general.
Regida por Virgo, gobierna el intestino.

Casa VII. Matrimonio y asociaciones
Planeta: Venus
Significado: relaciones matrimoniales, asociaciones en general, lo que buscas en otras personas, relaciones de negocios, contratos, pleitos, convenios. También enemigos declarados y cooperación o falta de cooperación con otros.
Representa aquello de lo que carecemos y buscamos en los demás, no olvidemos que es la casa opuesta al ascendente.
Regida por libra, gobierna los riñones.

Casa VIII. Muerte y transmutación
Planeta: Plutón (antes de su descubrimiento, Marte)
Significado: Secretos y cuestiones ocultas, tu deseo de fundirte con los demás, lo que valoras de la vida sexual, sueños. Testamentos, impuestos, seguros, regeneración y degeneración, física y espiritual.
Representa la muerte del cuerpo físico y la permanencia del espíritu. El águila y la serpiente son sus símbolos.
Gobernada por Escorpio, gobierna la vejiga y los órganos genitales.

Casa IX. La mente superior, los viajes largos y aspiraciones.
Planeta: Júpiter.
Significado: la religión y las creencias, sueños y visiones, intuición, ética y opinión pública en general. Mente superior, viajes largos y países lejanos, deseo de explorar nuevos ámbitos, asuntos legales que se resuelven en los tribunales, orientación hacia el futuro.
Representa aquella parte de nuestra mente que puede ir más allá de sí misma, la intuición.
Regida por Sagitario, gobierna las caderas, los muslos y las nalgas.

Casa X. Ámbito social
Planeta: Saturno
Significado: la profesión, reputación, posición ante la comunidad. Tus logros materiales cara a los demás, el gobierno y autoridades , la influencia que ejerces en tu propio círculo.
Representa al padre, la autoridad, la vida pública.
Capricornio encierra la llave de la materia, y a la vez la cima de la espiritualidad en este mundo; junto con Cáncer forma una importante puerta zodiacal, siendo ésta la de sallida; os aseguro que es un tema que da para mucha reflexión y que nada tiene que ver con la astrología predictiva.
Regida por Capricornio, gobierna las rodillas, los huesos y los dientes.

Casa XI. Amistades y relaciones de grupo.
Planeta: Urano
Significado: capacidad para la amistad, actitud hacia amigos y conocidos y todas las relaciones sin lazos emotivos fuertes, capacidad para funcionar en grupo, intereses humanitarios, hijastros e hijos adoptivos.
Representa lo que tenemos en común con los demás, lo que elegimos sin presión.
Regida por Acuario, gobierna los tobillos y la circulación sanguínea.

Casa XII. Lo oculto, cárceles y hospitales
Planeta: Neptuno
Signifiado: todo aquello que nos ocultamos a nostros mismos porque lo percibimos como demasiado penoso para manifestarlo, el dolor y el sufrimiento, todo tipo de reclusión o aislamiento social, limitaciones, secretos y misterios. Peligros ocultos, asuntos clandestinos, necesidad de soledad.
Representa la toma de conciencia
Regida por Piscis, gobierna los pies.


A continuación os dejo una tabla sobre las casa, agrupadas en tres cuadruplicidades ( angulares, sucedentes y cadentes) que correspenden a lo que serían signos cardinales, fijos y comunes y en cuatro triplicidades por elementos:

CASAS

POS.

CORRESPONDENCIAS

ANGULARES

I, IV, VII, X

Corresponden a los signos cardinales. Son las zonas de influencia más importantes, ya que se refiere a la actividad del individuo, a los acontecimientos importantes y a las influencias dominantes en el carácter, el destino y el entorno.

SUCEDENTES

II, V, VIII, XI

Corresponden a los signos fijos y representan los bienes materiales y morales del individuo.

CADENTES

III, VI, IX, XII

Corresponden a los signos mutables y representan el pensamiento y el trabajo del individuo.

PERSONALES

I, V, IX

Corresponden a los signos de fuego, la vida del hombre en sí mismo, en sus hijos y en Dios; el desarrollo de la personalidad, la educación, la progenie, la evolución de las ideas superiores.

MATERIALES

II, VI, X

Corresponden a los signos de tierra; las posesiones del hombre, su fortuna, sus necesidades, sus realizaciones afectivas, su crédito y su posición social.

SOCIALES

III, VII, XI

Corresponden a los signos de aire; las relaciones del hombre, los hermanos, los colegas, colaboradores, asociados, el cónyuge, los amigos y enemigos, la popularidad, la sociabilidad.

OCULTAS

IV, VIII, XII

Corresponden a los signos de agua; la vida interior o psíquica y emocional del hombre, sus aspiraciones secretas, las pruebas, las cosas fatales y dolorosas, las tristezas, preocupaciones, las cosas hereditarias, los lazos familiares, las pérdidas de libertad, la muerte.



Hasta aquí, henos hecho un pequeño análisis de la historia de la astrología, un resumen mitológico para acercarnos a los planetas, una mínima presentación de los signos zodiacales y un análisis de las casas astrológicas.

Ahora vamos a romper el orden. En el artículo anterior os dejé el juego de triplicidades y cuadruplicidades y los signos agrupados en parejas como punto de reflexión.

Hoy quiero dejar otro distinto, pero no menos interesante.

A veces me imagino la astrología como un gran reloj, uno de esos antiguos con las tripas llenas de ruedecitas de diferentes tamaños que giran con ciclos distintos formando el mecanismo que mueve las agujas. Hoy vamos a ver una parte de ese mecanismo: los tránsitos; pero no una aburrida y larga exposición sobre los tránsitos, sino una muy divertida que espero que os interese.

Veréis: el Sol da una vuelta cada año en torno nuestro (ya sé que no es cierto, pero es lo que parece) y la Luna cada 28 días, pero cada planeta tiene un ciclo diferente. Así todos transitan a una velocidad propia y determinada. Cada cierto tiempo retornan al lugar de origen en nuestra carta, por ejemplo el Sol lo hace el día de nuestro cumpleaños. Estos tránsitos especiales o retornos marcan unas pautas muy interesantes en nuestra vida.

En los plantes más lentos este retorno no llega a producirse, pero se forman otros aspectos también interesantes y significativos

Os detallo algunos a continuación:

A los siete años: primera cuadratura de Saturno

Hacia los siete años aproximadamente, Saturno hace la primera cuadratura a su propia posición natal. Saturno simboliza nuestros choques con la realidad, y nuestras adquisiciones más elementales para saber mantener los límites y defendernos; así pues, el niño aproximadamente a los siete años, entra en la llamada edad de la razón, denominada edad de latencia por la psicología, que se caracteriza por ser una etapa en que la energía o libido tiene un retiro psicológico.

En las antiguas culturas, esta edad los niños eran separados de las niñas para ser educados por personas de su mismo sexo. Según Piaget, en torno a la edad de los siete u ocho años comienzan a aparecer en el niño los procesos de pensamiento operacional concreto, todo ello muy acorde con los simbolismos Saturninos y más aún cuando podemos ver que en esta etapa los niños normalmente empiezan a cambiar sus primeros dientes y a menudo se generan problemas con la asimilación del calcio. (Recordemos que el sistema óseo en general y el mismo calcio, son regidos por Saturno).

El niño comienza también a sentir el apremio de sus primeras responsabilidades. La posición y situación de Saturno en la carta natal nos dará la magnitud del problema para el niño. Aquí cabe decir que, de alguna manera, la primera cuadratura de Saturno y la primera oposición (que veremos más adelante) tienen más efecto, ya que se producen en una época de formación de la personalidad, determinado de alguna manera nuestras posteriores reacciones a los ciclos Saturninos.

Señalar aquí de paso la gran importancia de este ciclo de siete años a lo largo de toda la vida y de sus múltiplos, 14, 21 y 28, por coincidir no sólo los tránsitos de Saturno sino también las progresiones lunares (llamamos progresión al movimiento de un planeta contando a día por año desde la fecha natal)

A los doce años: primer retorno de Júpiter

El período de inhibición y retracción que padece el niño alrededor de los siete años, llega a su fin hacia los 11 o 12 años aproximadamente, que es cuando se produce el primer retorno de Júpiter a su posición natal. Aquí aparecen síntomas totalmente distintos a los de la etapa anterior - regida por Saturno – dada la naturaleza del Planeta que rige esta etapa: Júpiter, el Planeta de la expansión, de la búsqueda del placer.

Aquí el niño tiene una expansión sexual y un crecimiento un tanto desmesurado. El niño experimenta los estados afectivos y eróticos que anuncian la libertad, pero en lugar de reaccionar como si fuera pecaminoso se expansionará aún más y sabrá conquistar su libertad, aunque naturalmente esto también depende del medio cultural que lo rodee, ya que un medio adverso hará difícil esta natural expansión.

En esta edad, aparecen intelectualmente las llamadas operaciones formales, que son un principio de pensamiento abstracto. También hay que añadir que en esta etapa aparece la eyaculación en los muchachos y el flujo menstrual en las chicas con el desarrollo de los pechos. En muchas culturas Africanas y de la Zona del Caribe, esta edad era considerada muy importante celebrándose ritos iniciáticos, dado que eran culturas de tipo Jupiteriano en el sentido de "expresión del instinto y del placer". En la cultura Occidental, más inhibitoria y represiva, se da un mayor valor a las edades de Saturno ( en torno a la edad de siete años hacíamos la primera comunión, xD)

En cualquier caso, es conveniente recordar que cada doce años se dará un nuevo ciclo Jupiteriano, aunque por supuesto, compuesto con todos los aspectos producidos en ese momento.

A los 14 años: primera oposición de Saturno y sextil de Urano

Esta edad, que tiene como aspecto más importante la primera oposición de Saturno a su oposición natal, trae consigo todo un cortejo de problemas psicológicos. Recordemos que la palabra "ADOLESCENCIA", viene de adolecer y aquí el muchacho recibe una serie de presiones en su desarrollo, apareciendo de nuevo una serie de trastornos físicos, tales como desequilibrios en la asimilación del calcio, al igual que en la primera etapa Saturnina.

A los 21 años: la madurez: segunda cuadratura de Saturno y primera cuadratura de Urano

Hacia el final de la adolescencia y entrando en la juventud, encontramos de nuevo una disonancia Saturnina correspondiente a la última cuadratura de Saturno antes de retornar a su posición natal. Pero esta vez va acompañada por la primera cuadratura de Urano al Urano natal, y esto es lo que caracteriza planetariamente la edad de los 20 a 22 años. Urano, que marca la necesidad de revelarse y la búsqueda de una mayor libertad, normalmente choca con el inhibidor Saturnino, no siendo nada fáciles las combinaciones de estos planetas. Saturno de nuevo representa las presiones del entorno y la adaptación a la realidad.

De los 23 a los 24 años: segundo retorno de Júpiter

Aquí nos encontramos con la segunda vuelta de Júpiter a su misma posición natal. Luego, sobre los 25 ó 26 años, vendrán a su vez el primer sextil de Neptuno, el primer trígono de Urano y el primer sextil de Plutón, aunque este último varía más en su movimiento. Todos estos aspectos nos dan una posibilidad de hacer cambios más armónicos y constructivos en los que poder resolver más tranquilamente los conflictos originados en las anteriores edades, pudiendo así prepararnos para el importante retorno de Saturno a su propia posición natal que se da aproximadamente entre los 28 y los 30 años.


De los 28 a los 30 años: primer retorno de Saturno

La importancia de esta etapa estriba en que las decisiones y cambios operados durante ella tendrán una larga duración y una gran repercusión en nuestros años venideros, ya que aquí se consolida una serie de proyectos y toma de responsabilidades a largo plazo. Los aspectos de nuestra vida que más hemos abandonado durante los años anteriores, o los problemas que se han ido acumulando, nos presionarán con más insistencia durante esta época, aunque también es el mejor momento para enfrentarlos y resolverlos en profundidad. Es curioso observar que, para una gran cantidad de personas, las influencias de Saturno empiezan a ser sentidas o vividas de una forma distinta a partir de los 28 a 30 años; ya no nos resulta tan maléfico porque hemos asimilado alguna de sus cualidades, como son la maduración y la concreción. Definitivamente se cierra una puerta con nuestro pasado en esta edad.

Si hemos acumulado excesivos problemas y no los resolvemos, su resolución será más lenta y difícil. Todo esto estará supeditado a la posición e importancia que Saturno tenga en la carta.

A los 33 años: la edad del Sol

Asistimos aquí al término de un ciclo solar, en el cual el Sol vuelve a su misma posición natal a la misma hora y el mismo día de su nacimiento. Así, si levantamos la carta de revolución solar de esta edad, nos encontramos que las cúspides de las casas son las mismas que las de nuestra carta natal (siempre y cuando cumplamos años en el mismo lugar de nacimiento).

Esta edad marca una especie de reencuentro con uno mismo. Es también una edad dotada de un cierto simbolismo. Por muchos es conocida como la edad mística, del renacimiento, de la transformación. Claro está que los matices de esta edad se observarán en los tránsitos y en la revolución solar para este año.

A los 36 años: tercer retorno de Júpiter

Hacia los 36 años volverá de nuevo Júpiter a su posición natal, cumpliendo su tercer ciclo y comenzando el cuarto. Realmente, si nosotros esperamos algo sensacional en el retorno de este planeta nos equivocamos, ya que aparentemente no pasa nada. Pero los hechos insignificantes y las decisiones que tomemos tendrán más adelante una fuerte repercusión.

De los 38 a los 42: la edad de la gran crisis

Sobre estas fechas, sumamente importantes y peculiares, se juntan una serie de disonancias. Así tenemos la oposición de Urano, Neptuno con su primera cuadratura, la Oposición de Saturno y ciertos aspectos inarmónicos del cuarto ciclo de Júpiter (también en ciertas generaciones, la primera cuadratura de Plutón aunque por variabilidad de Plutón, ésta puede darse entre los 40 y los 50 años aproximadamente).

Urano y Neptuno hacen que esta crisis se manifieste como del tipo existencial. Muchas cosas que veníamos haciendo empiezan a ser cuestionadas y deseamos empezar nuevos proyectos o planteamientos de un nuevo sistema de vida. Una cierta angustia nos invade durante esta edad y su importancia particular depende de la posición de estos planetas en la carta natal. Así, si tenemos a los planetas Urano o Neptuno angulares, podemos prever que esta etapa será bastante sentida por nosotros. Es difícil decir cual de los dos planetas será el despertador de la crisis. Entre otras cosas depende de si se dan simultáneamente los aspectos de estos dos planetas, que son los principales protagonistas de esta crisis, o se da primero Urano y después Neptuno. Depende, en definitiva, del primer planeta que inicie los aspectos característicos de esta etapa. Hay quienes han llamado a esta edad como una segunda adolescencia; uno llega aproximadamente a la mitad de la vida y siente fuertemente que traspone una frontera.

También las consecuencias de una mala alimentación o de algún tipo de exceso, como el alcohol, el tabaco, etc., empiezan a tener efectos sobre nuestra salud. En el mejor de los casos este período puede marcar un cierto rejuvenecimiento y un recomenzar planes y proyectos. Todo dependerá del estado psíquico y físico con que lleguemos a esta edad.

De los 47 a los 56 años

Estos podrían llamarse también los años buenos ya que, exceptuando la cuadratura de Plutón, recibimos una serie de aspectos bastante positivos. Primeramente el cuarto retorno de Júpiter, luego, hacia los 50 años, recibimos un trígono de Saturno ,elemento que siempre da estabilidad, y más adelante, sobre los 54 años, recibimos dos poderosos y hermosos trígonos: el primero y único trígono de Neptuno y el segundo de Urano, éste de características bastante positivas para los nuevos planos; y para las ideas y tendencias de tipo filosófico.

Estos aspectos anuncian uno de los períodos más satisfactorios de nuestras vidas; es un momento de hacer lo que siempre hemos soñado y una de las etapas más seguras y estables. Vemos así que atravesar la puerta de los 50 años resulta mucho más fácil que la de los 40.

De los 56 a los 60

Hacia la edad de 50 a 60 años, Saturno y Júpiter, dos planetas que tienen mucho que ver con nuestra formación y desarrollo, siendo también los pilares de nuestro equilibrio, vuelven a su misma posición natal casi al mismo tiempo, Saturno con su segundo retorno y Júpiter con el quinto.

Existen muy pocos trabajos de Psicología sobre esta llamada Tercera Edad, por lo que es difícil saber más datos y conclusiones, pero los ciclos astrológicos nos hablan de los símbolos de estas edades que podemos interpretar como aspecto importante.

A los 80 años: primer retorno de Urano

Tenemos la vuelta de Urano o retorno de su misma posición natal entre los 80 y los 84 años, lo cual indica grandes cambios y nuevas maneras de ver la vida. Hacia esta edad aparece la denominada "memoria senil", esto es, el recuerdo de vivencias olvidadas, sobre todo de la infancia (Recordemos que Urano actualiza el pasado)

Espero que estos elementos os sirvan de reflexión, que contribuyan a vuestro crecimiento como personas, como seres humanos mejores y más conscientes.

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