martes, 11 de mayo de 2010

Acercamiento a la astrología

Escribo para los que no saben nada de astrología y quieran tener un poco de idea y saber por dónde va esto

No pretendo enseñar en un artículo a interpretar ni levantar un horóscopo; sólo quiero que entendáis un poco mejor su simbolismo, y me alegraré si decidís profundizar en ello.


Os hablaré en primer lugar de los signos que utiliza la astrología para los planetas.

El primero de ellos es el círculo, que representa el espíritu en general; cuando se coloca un punto en su centro es que algo está viniendo a la existencia desde las profundidades de la incomprensible nada. Tenemos el primer símbolo, el del sol.

Si dividimos ese círculo en dos mitades, estamos creando, desde ese espíritu inicial, dos polaridades espíritu-materia. Tenemos, si tomamos una mitad, el símbolo lunar, el alma.

Cuando dividimos el círculo en 4 mitades iguales, creamos el símbolo de la tierra, la manifestación física del espíritu y del alma unidas.

Con estos tres símbolos( círculo, semicírculo y cruz se forman todos los signos planetarios) y la utilización de uno, dos o los tres en cada caso os puede dar mucha información sobre su significado.

A la astrología clásica, con sus siete planetas ( sol, luna, mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno), se le han añadido los tres planetas descubiertos posteriormente, Urano, Neptuno y Plutón.

Los nombres de los días de la semana surgieron de aquella astrología de siete planetas.

Así el símbolo del sol es un círculo con un punto central, lo que se manifiesta desde el espíritu.
La luna se representa con un semicírculo, el alma.
La tierra es una cruz dentro de un círculo, el espíritu atrapado en la materia.
Mercurio tiene un semicírculo, debajo un círculo y debajo de este una cruz. Es el planeta de la mente.
Venus es un círculo bajo el que hay una cruz. Es el planeta del amor y la belleza.
Marte es un círculo sobre el que hay una cruz, transformada en flecha lateral. Es el dios de la guerra, de la fuerza física y de los trabajos relacionados con el hierro.
Júpiter tiene un semicírculo a la izquierda y una cruz a la derecha un poco hacia abajo. Es el planeta de la justicia y la expansión, el gran benefactor.
Saturno es la contraparte de Júpiter, tiene por lo tanto la cruz a la izquierda y el semicírculo abajo y derecha. Representa las restricciones y trabas. Es el segador.
Urano tiene una cruz central con dos semicírculos, uno a cada lado y el círculo abajo. Representa el caos y todo aquello que sucede de forma imprevista.
Neptuno es un semicírculo con una cruz debajo. Es el planeta de lo psíquico y se relaciona
con el mar.
Plutón se representa por un círculo dentro de un semicírculo y abajo una cruz. Representa la muerte y la transmutación. Es el dios del inframundo .

Importante también señalar que en la astrología esotérica no son propiamente los planetas físicos los que afectan al ser humano, sino las Inteligencias supremas que utilizan los cuerpos planetarios como vehículos físicos, igual que nosotros, como seres espirituales, utilizamos nuestros cuerpos.


Hablaremos ahora del círculo del Zodíaco.

Es una franja divida en doce porciones de 30º cada una. Para diferenciarlos y reconocerlos vamos a seguir con la geometría; la figura geométrica que más nos ayudará a entenderlo es la de la pirámide. Tenemos una base cuadrada sobre la que se alza un triángulo; o sea, dividimos los doce signos en 3 grupos de cuatro (triplicidades) y en 4 grupos de tres (cuadruplicidades). Me explico:

Lo que se llaman cuadruplicidades (hay 4) es lo que conocemos como elementos: fuego, tierra, aire y agua; hay 3 signos de cada elemento: Aries Leo y Sagitario de fuego, Tauro, Virgo y Capricornio de tierra, Géminis, Libra y Acuario de aire y Cáncer Escorpio y Piscis de agua. Vemos que podemos dibujar en el círculo del Zodíaco 4 triángulos , cada uno correspondiente a un elemento.

Las llamadas triplicidades dependen de la situación de cada signo en la rueda zodiacal, según sea angular , media o cadente Nos da tres tipos, cardinal fijo y común, lo que al “mezclar” con los 4 elementos nos produce doce signos totalmente individualizados:

Aries cardinal y de fuego
Tauro fijo y de tierra
Géminis común y de aire
Cáncer cardinal y de agua
Leo fijo y de fuego
Virgo común y de tierra
Libra cardinal y de aire
Escorpio fijo y de agua
Sagitario común y de fuego
Acuario cardinal y de aire
Piscis común y de agua

Llegados a este punto, es hora de jugar y reflexionar un poco.
Las tripicidades son tres, pero cada una tiene 4 signos, lo que nos permite “ dibujar 3 cruces “ en el círculo zodiacal. Probadlo; trazad un círculo y lo dividís en 12 porciones , marcad el norte arriba, el sur abajo, el este a la izquierda y el oeste a la derecha; colocáis los signos empezando por el este y en sentido inverso a las agujas del reloj, es decir empezaríais a las 9 y os movéis al revés. Después podéis ir uniendo los signos según las tablas que os he indicado arriba, de verdad, hacedlo que os servirá de enseñanza.

Con respecto a nuestra religión. os diré que aquí también el norte está regido por la tierra, nada menos que Capricornio, Kepra, Cernunnos mismo ( ja) y en el sur tenemos el agua, el signo de Cancer, la casa de la madre, la diosa misma.
Nuestras Esbat caen 4 en los ángulos (cuando “sale” un signo común y “entra” un signo cardinal )y los otros 4 en medio de un signo fijo ; por ejemplo Litha entre Géminis y Cancer y Lugnhasad en medio del signo de leo.

Sobre la cruz fija, os quiero comentar su curiosa conexión con el cristianismo : ¿os habéis fijado en los cuatro evangelistas? son Tauro, Leo, Escorpio (el águila) y Auario; curioso ¿verdad?

Puntos muy importantes en el zodíaco son también el “este “ y el “oeste” (las 3 y las 9 de nuestro “reloj”) , pues nos marcan los dos equinoccios de otoño y primavera ( Ostara y Mabon), igual que el norte y el sur ( las 12 y las 6) nos señalan Yule y Litha.


El signo y el ascendente.
Llamamos signo en un horóscopo a aquel en el que se hallaba el sol en el momento de nuestro nacimiento; junto con el ascendente (signo que ocupaba el punto este y que ascendía) y el signo que ocupaba la luna son los tres factores más importantes para jugar una carta.

Volviendo con los símbolos planetarios del principio, bien podríamos decir que el sol es nuestro espíritu, la luna nuestra alma y el ascendente el molde físico en el que ambos van a vivir en esta existencia.

Os recomiendo leer algo de mitología grecorromana para ahondar un poco en el significado planetario.

Tenemos primero tres “dioses” : Urano, el caos, Neptuno, dios de las aguas y Plutón o Hades dios del inframundo . A Urano lo castra y lo destrona su hijo, Cronos o Saturno, señor del tiempo, quién devora a sus hijos al nacer hasta que Rea le da una piedra cuando nace Júpiter quién destronará a su padre. Hijos suyos son Marte o Ares, señor de la guerra, Venus o Afrodita, diosa del amor y la belleza y el cambiante Mercurio con su caduceo, señor de la mente, mensajero de los dioses, dios del comercio, de la medicina y de los ladrones, conocido como Hermes y de cuyo nombre se deriva hermético, lo cerrado u oculto. Apolo y su carro de fuego representan al sol, y la luna, yo no la tengo muy clara en la mitología grecorromana, a ver si vosotros la encontráis.

Para el significado de los doce signos, os recomiendo leer Los doce trabajos de Hércules, de Alice Bailey.

Pero también os ofrezco mis propias reflexiones. Son muy personales y como una simple opinión quiero que las toméis.

Aries, el carnero es el inicio, el primer fuego que surge, la fuerza de la primavera. Regido por Marte, señor de la guerra y la fuerza. Coincide su inicio con Ostara, Eostre, la fiesta del nacimiento de los corderos ( curioso ¿verdad?).

Tauro es el primer deseo que surge de esa “chispa” de Aries, la fuerza y la solidez de la tierra. Coincide básicamente con el mes de Mayo, en donde los católicos veneran a la virgen gracias a San Bernardo y mes que iniciamos con Beltane, la fiesta del amor y la fertilidad; qué más lógico que Venus, diosa de la belleza y del amor rija este signo.
Géminis es el embrión de la mente concreta que surge de la fuerza de Aries y del deseo de tauro. Regido por mercurio, señor de la mente. Al final de Géminis y comienzo de Cáncer celebramos nuestra fiesta de Litha.

Cáncer, la fertilidad del agua, el deseo de perpetuarse de los tres signos anteriores. Regido por la luna representa lo femenino y la fertilidad. También la madre y podríamos decir que la Diosa en su faceta de madre.

Hemos completado el primer grupo de cuatro signos de evolución, que yo llamaría físico.

Leo representa ese ser ya formado que toma conciencia de sí mismo separado de los demás: la individualidad. Regido por el sol, el único que produce luz propia. En medio de este signo celebramos Lugnasad, la fiesta del rey roble, el mayor esplendor que indica también el inicio de la decadencia.

Virgo indica la colaboración con los demás; el ser humano que se ve a sí mismo como ser aparte de los otros, se acerca a otras individualidades y colabora con ellas .Regido por mercurio. Es el signo de la cosecha y al final del mismo celebramos Mabon, el equinoccio de otoño,

Libra, la balanza , representa los lazos que nos unen con los demás, el compromiso. Regido por Venus. El hombre comprende aquí, desde la colaboración con los demás, que es uno con ellos; halla por tanto el equilibrio interior.

Escorpio es la transmutación del ser que comprende que es uno con los demás o se aniquila, se transforma o perece. Regido por Marte o Plutón, según escuelas. Personalmente, pienso que Plutón, octava superior de Marte. Aquí celebramos Shamain, la más profunda de nuestras fiestas( al menos para mí).

Con este segundo grupo completamos lo social.

Sagitario es el arquero que apunta su flecha a las estrellas, el espíritu que anhela algo superior desde su cárcel de materia. De ahí la figura de centauro. Regido por Júpiter, señor del Olimpo. Cuando finaliza celebramos Yule.

Capricornio es la cabra que tira al monte. No, ya en serio, es el espíritu que escala la montaña, que ansía y rompe sus ataduras, la dura senda del iniciado que se aparta de todo y de todos. Regido por Saturno señor del tiempo, el segador que castró a Urano con su hoz; quién traspasa su anillo libera su alma.

Acuario es la conciencia despierta que, desde su libertad total, elige servir a los demás y nada quiere para sí mismo. Regido por Urano, señor del caos y octava superior de Venus.
En el signo de acuario celebramos Brigit, la Candelaria, la fiesta de las luces,

Piscis es el salvador, aquel que se inmola por los demás. Regido por Neptuno, señor del mundo psíquico y octava superior de Mercurio.

Este tercer grupo yo lo llamo espiritual.

Es una división personal, que no encontraréis en ningún libro.

Y hablando de ellos, ahí van algunas lecturas recomendadas para el que quiera entrar en harina:
Alan Leo:
Como se juzga una natividad
*Usted y la astrología
*Astrología esotérica
Marte, el señor de la guerra
Júpiter, el preservador
Saturno, el segador
Dane Rudhyar
La práctica de la astrología
Las casas astrológicas
Un mandala astrológico
Martin Schulman
El ascendente
Manual de astrología médica

Para mí esto es lo mejor de lo que ha caído en mis manos, de forma especial los tres que os he marcado con un asterisco y el que comenté antes de los trabajos de Hércules.

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